Fri, 18 Oct 2024
Con la elección del próximo Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) prevista para 2025, el nombre de Roberto Álvarez, actual Ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, emerge como una opción natural. Su destacada trayectoria en la diplomacia internacional lo convierte en un candidato con el equilibrio necesario para enfrentar los complejos retos que atraviesa la región. Presentar su candidatura no solo posicionaría a la República Dominicana en un lugar preeminente, sino que también beneficiaría a toda América Latina.
A lo largo de su carrera, Álvarez ha demostrado una extraordinaria capacidad para gestionar situaciones de crisis y mediar en conflictos, combinando su profundo conocimiento de las estructuras multilaterales con una visión estratégica que busca resultados efectivos. Durante su paso por la OEA como embajador, fue clave en la promoción del respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia en la región. Este enfoque proactivo lo distingue como un líder capaz de tomar decisiones que protejan los valores fundamentales de la organización.
Uno de los aspectos más valiosos que aporta es su habilidad para conectar con una amplia diversidad de actores. Ha demostrado ser un diplomático con gran sensibilidad política y capacidad de adaptarse a diferentes contextos. Su don para escuchar y comprender las preocupaciones de otros países, pequeños o grandes, le ha permitido construir alianzas que han perdurado en el tiempo. Esta habilidad es crucial en una OEA donde los acuerdos dependen de la confianza mutua entre sus miembros, y es aquí donde Álvarez destaca por su destreza para promover soluciones consensuadas.
Más allá de su capacidad de negociación, aporta una visión moderna y renovada de la diplomacia. Su liderazgo está orientado hacia el fortalecimiento de las instituciones regionales y la promoción de soluciones sostenibles ante desafíos como el cambio climático, la migración y la desigualdad. En una región donde estos temas se han vuelto prioritarios, su experiencia como canciller ha dejado claro que es capaz de impulsar una agenda que integre desarrollo económico, justicia social y respeto al medio ambiente, en sintonía con las preocupaciones actuales de la comunidad internacional.
Una candidatura de Roberto Álvarez sería una victoria tanto para la República Dominicana como para la región del Caribe, que ha estado tradicionalmente subrepresentada en los organismos internacionales. Su elección daría voz a una región que enfrenta problemas específicos, como el impacto desproporcionado del cambio climático y las crisis migratorias, y permitiría que esos temas cobren mayor relevancia en la OEA. Además, su elección fortalecería el multilateralismo, promoviendo un hemisferio más unido y solidario, en el que los pequeños Estados también tengan un rol activo y reconocido.
Todo esto daría un nuevo impulso a la diplomacia caribeña, no solo beneficiando a nuestro país, sino que también abre una ventana de oportunidad para que el Caribe y Centroamérica tengan una mayor representación en las decisiones que afectan al hemisferio. La OEA necesita un líder que pueda guiar a la organización en medio de los desafíos actuales, y Álvarez, con su amplia gama de competencias, es la figura ideal para asumir ese reto en 2025.
Por: Horacio Vicioso Galán